martes, 17 de mayo de 2011

El reloj de Sol



Te has dejado el reloj en casa, se te ha quedado sin pilas, quieres dejar asombrados a tus amigos en un acampada?

Te enseñamos a fabricarte un reloj de Sol





Necesitamos el siguiente material:

1. Un disco de cartón de 20 cm de diámetro
2. Una varilla de 10-15 cm de longitud
3. Tijeras
4. Un lápiz
5. Un pedacito de tierra expuesto al sol todo el día


¿Cómo lo hacemos?

Paso 1:
Agujerea el disco de cartón en el centro e introduce un tercio de la varilla, clávala después en el suelo de modo que el disco quede bien sujeto a la tierra.

Paso 2:
Cuando tu reloj marque un ahora en punto marca con el lápiz, en el cartón, la sombra de la varilla y escribe al lado la hora.

Paso 3:
Repite la operación a cada hora, recordando marcar la hora en correspondencia con cada sombra.


¿Qué ocurre?
La sombra proyectada por la varilla se encuentra cada hora en una posición distinta. Las líneas trazadas forman radios en torno a la varilla.


Porque...
... la posición de la sombra cambia a media que varía la posición del Sol. El movimiento aparente del Sol depende de la rotación de la Tierra, la sombra que gira regularmente en torno a la varilla demuestra que la Tierra rueda a velocidad constante. Lo que has construido es un reloj, un instrumento que en el pasado era usado para medir el tiempo y que todavía hoy puedes observar en las paredes de algunas viejas casas o en algunas antiguas plazas.


A la sombra de un árbol
A lo largo del día cambia la posición del Sol respecto a la Tierra (a causa del movimiento de rotación de la Tierra); por tanto cambia también la dirección de los rayos del Sol; por eso la sombra “se desplaza”. Además, cuando el Sol está alto, se forma una sombra corta; cuando está bajo el horizonte, la sombra es más larga.


Cómo se calienta el agua en una olla
Las ollas son generalmente de metal, que es un buen conductor del calor, o sea, que acumula y transmite el calor rápidamente. La olla se recalienta en contacto con la llama y calienta el agua del fondo. El agua caliente sube, la fría ocupa su lugar, se calienta a su vez y sube. Estos movimientos ascendentes y descendentes permiten propagar el calor a toda el agua; se llaman movimientos de convección. El calor se transmite en el aire del mismo modo.


Como ves el experimento es muy sencillo, cuando lo hagas cuéntame con que cara se han quedado los que lo han visto y si se te ocurre otra forma de demostrarlo compártela con nosotros.

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